Evaluar cualitativamente la exposición aérea a los agentes
contaminantes del aire causantes de asma ocupacional, valorar subjetivamente el riesgo
por su potencial exposición y establecer las medidas preliminares para el control de la
operación específica, es el "International Chemical Control Toolkit" o "Caja de
Herramientas de Control Químico" de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
cuya aplicación comprende las siguientes etapas:
1. Clasificar el peligro.
2. Determinar la escala de uso de las sustancias.
3. Determinar la capacidad del agente para mezclarse con el aire (volatilización en el
caso de gases y vapores o capacidad de formar aerosoles, sólidos o líquidos).
4. Seleccionar la forma de aplicar el control.
El proceso general de evaluación simplificada de riesgo quimico. SOBANE propuesta por
el profesor Malchaire de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica (Malchaire, 2005);
1. Clasificación de las actividades de trabajo: Para la evaluación de
riesgos se debe preparar una lista de actividades de trabajo clasificadas.
• Áreas externas a las instalaciones de la empresa.
• Etapas en el proceso de producción o en el suministro de un servicio.
• Trabajos planificados y de mantenimiento.
• Tareas definidas.
• Datos de evaluaciones de riesgos existentes, relativos a la actividad
desarrollada.
• Organización del trabajo.
2. Valoración de la peligrosidad intrínseca de la sustancia.
la sustancia se clasifica en
cinco categorías (A, B, C, D y E) en función de las frases R que deben figurar en la
etiqueta del producto y en su correspondiente hoja de datos de seguridad. Además,
algunas sustancias pueden presentar riesgos por contacto con la piel o las mucosas
externas.
3. La tendencia a pasar al ambiente.
Se clasifica en alta, media y baja y se mide, en el
caso de líquidos, por su volatilidad (presión de vapor o punto de evaporación) y la
temperatura de trabajo, que definen la capacidad de evaporación del agente. En el caso
de aerosoles, la tendencia a pasar al ambiente se clasifica por su facilidad para formar
polvo, humos o neblinas.
4. La cantidad de sustancia empleada se clasifica en pequeña, mediana o grande según
la siguiente distribución.
• Pequeña: Gramos o mililitros.
• Mediana: Kilogramos o litros.
• Grande: Toneladas o metros cúbicos.
PARA TENER EN CUENTA
Grado de severidad de la sustancia con relación a su potencial efecto tóxico.
Parte del cuerpo en contacto con la sustancia.
Tiempo de la exposición.
Localización y extensión del contacto.
Duración y frecuencia del contacto.
Cantidad o concentración del agente.
Temperatura y humedad ambiental.
Gestión incorrecta de los elementos de protección personal.
Procedimiento de trabajo inadecuado.
Trabajadores especialmente sensibles.
Exposición simultánea a varios agentes
Los programas de vigilancia médica de asma ocupacional deben centrarse en la
identificación temprana de los síntomas de AO, con el fin de
realizar el diagnóstico oportuno.
• Historia clínica estandarizada con énfasis en los antecedentes ocupacionales.
• Cuestionarios de síntomas respiratorios estandarizado.
• Examen físico con énfasis en sistema respiratorio.
• Espirometría.
El estudio realizado por Gordon (1997), utilizó cuestionarios de síntomas y mediciones de
la función pulmonar, y encontró que los cuestionarios tienen una sensibilidad para detectar
posibles casos de AO del 28% y una especificidad de 73%.
Se ha observado que la espirometría es una técnica poco sensible para detectar AO, incluso
realizando mediciones pre y pos jornada (Orduz, 1999).
Los estudios de flujo pico durante varias semanas han resultado más sensibles y específicos
en AO sensibilidad 75%, especificidad 94%.
Los Prick tests y los test serológico son útiles para detectar IgE específica en trabajadores
quienes se han sensibilizado por alergenos de HWM y con algunos pocos de LWM, para isocianatos son poco sensibles pero especificas.
Se recomienda considerar los siguientes criterios para realizar el diagnóstico de:
Asma Ocupacional
1) Síntomas episódicos de obstrucción de la vía aérea o hiperreactividad de la vía
aérea:
- Tos que empeora particularmente en la noche.
- Sibilancias recurrentes.
- Dificultad para respirar recurrente.
- Opresión en el pecho recurrente.
2) Obstrucción de la vía aérea por lo menos parcialmente reversible:
- Mejoría del VEF1 con broncodilatador ≥12% y 200 ml.
- Si la espirometría es normal realizar una prueba de broncoprovocación
inespecífica con metacolina.
3) Excluir diagnósticos alternativos.
A. Establecer diagnostico de asma.
B. Comienzo de los síntomas después de vincularse al trabajo.
C. Asociación entre los síntomas del asma y el trabajo.
D. Exposición a un agente o proceso conocido causante de asma ocupacional.
E. Documentar objetivamente la asociación entre el asma y el trabajo.
- Medición seriada de flujo pico en el trabajo y fuera de este.
- Eosinófilos en esputo en el trabajo y fuera de este.
- Prueba de broncoprovocación con metacolina en el trabajo y fuera de este.
- Prueba de reto específica con el agente sospechado.
Síndrome de disfunción reactiva de la vía aérea
1. Ausencia de síntomas respiratorios previos.
2. Exposición a un gas, humo o vapor que estuviera presente en concentraciones
elevadas y tuviera cualidades irritantes.
3. Inicio de los síntomas dentro de las primeras 24 horas tras la exposición y persistencia
durante al menos 3 meses.
4. Síntomas similares al asma con tos, sibilancias y disnea.
5. Evidencia objetiva de asma bronquial.
6. Descartar otro tipo de enfermedad pulmonar.
Fuente: Grupo de Investigación del Subcentro de Seguridad Social y Riesgos Profesionales de la Pontificia
Universidad Javeriana, Proyecto Elaboración y Validación de Cinco Guías de Atención Integral de Salud
Ocupacional Basadas en la Evidencia, 2007.